jueves, 9 de diciembre de 2010

No puedes dejar de visitarlo

El Parque Nacional Volcán Barú se localiza en la Provincia de Chiriquí con una extensión de 14,325 hectáreas. Es un conjunto escénico de alto valor ecológico y geológico que protege una diversidad biológica con especies únicas en esta área. Dentro de este Parque los escenarios discurren desde paisajes del bosque lluvioso tropical con especies de gran altura hasta productos de la última erupción del Volcán Barú hace millones de años. Esta combinación de bosques y volcán se matiza con las actividades agrícolas propia de las tierras altas con un clima agradable de hasta 140C y comidas típicas naturales para convertirlo en uno de los sitios más visitados en Panamá.
R AL PARQUE
El Parque Nacional Volcán Barú se localiza en la Provincia de Chiriquí con una extensión de 14,325 hectáreas. Es un conjunto escénico de alto valor ecológico y geológico que protege una diversidad biológica con especies únicas en esta área. Dentro de este Parque los escenarios discurren desde paisajes del bosque lluvioso tropical con especies de gran altura hasta productos de la última erupción del Volcán Barú hace millones de años. Esta combinación de bosques y volcán se matiza con las actividades agrícolas propia de las tierras altas con un clima agradable de hasta 140C y comidas típicas naturales para convertirlo en uno de los sitios más visitados en Panamá.
En el Parque Nacional Volcán Barú (3,475 metros, punto más alto del país), el visitante tiene múltiples formas de pasar agradables jornadas con la naturaleza en senderos como La Nevera, El Quetzal (Cerro Punta-Boquete) donde se recorre la exuberancia del bosque húmedo tropical con especies de árboles gigantes. El ascenso al Volcán Barú constituye una oportunidad de convivir en un escenario que evocan los orígenes del Continente Americano, en un trayecto de 4 horas a pie o en 30 minutos en un auto 4x4 (todo terreno) sobre un camino escabroso. En su recorrido tendrá la oportunidad de observar formaciones de lava y un sinnúmero de evidencia volcánica producto de su última erupción. Ya en la cima, con un buen tiempo se puede ver los océanos Atlántico y Pacífico. También puede recorrer los senderos que accesan los diferentes cráteres del Volcán Barú y tener la oportunidad de observar especies de aves únicas en este lugar. 


Una peculiar ave


Harpía deriva de la palabra griega “harpe” que según la mitología representaba a un ave de presa como un monstruo volador con afiladas garras, rostro de mujer y cuerpo de zopilote, cuyos excrementos emitían olores desagradables y dañaban todo lo que tocaba.
Ésta ave recibe el nombre científico de “Harpía harpyja”, pero comúnmente se conoce como Águila Real, Águila Arpía, Águila Monera o Sulubagi (en el dialecto Kuna). Es el ave rapaz más poderosa, el más grande del Hemisferio Occidental y Austral y la única especie del género harpía.
En nuestro país, vive casi exclusivamente en las regiones forestales del Darién y el Chagres, pero se han visto ejemplares en Bocas del Toro. Mide un poco más de un metro de altura y pesa unas 18 libras y al abrir sus alas puede medir hasta dos metros. Se alimenta de osos perezosos, monos y otras aves más pequeñas y  tiene la costumbre de arrojar los huesos y uñas de sus presas fuera del nido. Se reproduce cada 3 años y coloca dos huevos de los cuales en su mayoría solo sobrevive uno. El pichón pasa 2 años en el nido bajo el cuidado del macho, quien se encarga de cazar y proveer alimento; y de la hembra, quién tiene la tarea de cuidar el nido. Ambos son padres ejemplares; la hembra protege al pichón en días calurosos colocando ramas en el nido para  que sirvan de sombra y en días lluviosos protege al pichón con sus alas como si fuera un paragua. En ausencia de alguno de los padres, el otro asume el cuidado completo del pichón, hasta que éste se independice.
Por medio de la ley 18 del 10 de Abril de 2002, la Asamblea Legislativa  declaró al Águila Harpía ave nacional de Panamá y  se elige el 10 de Abril día de ésta ave. Cabe destacar que ésta ley establece multas que van desde quinientos dólares (B/.500.00) hasta cinco mil dólares (B/.5,000.00) para quién capture, trafique, cause daños o muerte a águilas adultas, sus crías, huevos o nidos.

Una Flor única en el mundo

La flor del espíritu santo, es la flor nacional de Panamá. Es del género Peristeria que es del grupo de plantas pertenecientes a la familia de las orquídeas (Orchidaceae) cuyo nombre común en inglés es “Dove Orchid” u (“Orquídea paloma”) o “Holy Ghost Orchid”. El nombre común de este género proviene de la palabra griega –peristerion– que significa –de paloma.
Tiene seudobulbos globosos de hasta 12 centímetros de alto, elongados, no aplanados y de cuatro hojas que alcanzan hasta un metro de longitud. La inflorescencia sale desde la base del bulbo con un longitud entre 1 y 1.8 metros y produce un total de 4 a 12 flores de color blanco marfil, con manchas o pintas de color púrpura y la antera y pistilo de color amarillo. Tiene muy buena fragancia.
En Panamá fueron abundantes en sitios tales como el lado norte del Cerro Gaital, arriba de El Valle de Antón en los bosques montanos muy húmedos. Allí se ha encontrado como planta epífita sobre troncos de árboles cubiertos de musgos a elevaciones cercanas a 1100 metros.
En su hábitat natural esta orquídea puede usualmente ser encontrada creciendo cerca del suelo en los bordes de bosques maduros. Puede ser considerada como una especie de crecimiento epifítico o terrestre.

ESTADO DE CONSERVACIÓN
Esta orquídea es una de las flores en mayor peligro de extinción, ya que debido a su gran belleza, muchas personas y traficantes de vida silvestre la recogen o colectan de su ambiente natural.



Una belleza típica de nuestro país

La rana dorada es uno de los animales más importantes en nuestro país, por su belleza y atractivo color; sin embargo, está en peligro de extinción.
Por esta razón, científicos e investigadores se han unido para desarrollar proyectos, con el fin de conservar esta especie. Luego de varios meses de organización y estudios, deciden criar las primeras ranas en cautiverio. Hoy, este proyecto ha dado grandes resultados, puesto que nacieron 700 renacuajos y de éstos, ya diez son ranitas de oro.
TESORO
La rana dorada (Atelopus zetequis) es propia de El Valle de Antón. Es considerada un símbolo de la fauna panameña, porque es uno de los 22 anfibios endémicos de nuestro país. Los residentes de El Valle están de acuerdo con el nuevo proyecto de ranas en cautiverio, porque no quieren que se extingan, ya que son muy llamativas y admiradas por los turistas.
PROYECTO
El nacimiento de 700 renacuajos en cautiverio se ha convertido en un verdadero acontecimiento para los científicos, investigadores y panameños, que desde hace tres meses desarrollan el proyecto en el Hotel Campestre, en Coclé.
Según se informó, desde hace varios días diez renacuajos se convirtieron en ranas doradas, lo que demuestra que sí se puede proteger esta especie, para evitar que desaparezca.
Heidi Roos, directora encargada del Centro de Conservación de Anfibios de El Valle de Antón, señaló que gracias a Dios han podido salvar algunas ranas del hongo que las está exterminando.
Manifestó que ahora se dedican a alimentar a las especies y cuidarlas, para que no mueran y puedan crecer y reproducirse.
Por su parte, Carlos Caballero, director del Zoológico El Níspero, expresó que es importante que otras personas se interesen por crear un Centro de Conservación de Anfibios.
“Nosotros también conservamos esta especie. Tenemos como un arca de Noé, porque son 38 especies que pueden desaparecer”, alegó.
Mencionó que después que se alimenten las ranas con algas e insectos, éstas pueden subsistir. Enfatizó que la comunidad debe estar contenta de que esta especie no desaparecerá tan fácilmente.




miércoles, 8 de diciembre de 2010

Para los amantes del clima frió

A nivel internacional Panamá es un país conocido por su clima tropical, cálido que nos abraza todos los días y principalmente en la estación de verano.
Pero lo cierto es que nuestro país tiene sus partes que tienen clima agradable y  alejado de ser cálido y que inclusive son tan fríos que hasta tienes que usar abrigos y de gran espesor porque sino después de permanecer un buen rato en estos sitios sentirás como si te estuvieras congelando.
Cuando hablamos de lugares con climas  fríos, es común que las personas piensen en las tan conocidas "Tierras Altas" , que están ubicadas en la provincia de Chiriquí, pero la verdad es que no tienes que viajar tan lejos.
Te preguntarás ¿entonces donde? Chicá es un lugar que te hará pensar que estas como en las tierras Altas, pero me imagino que te estas preguntado ¿Dónde está Chicá? ¡bueno! está ubicado en Campana en el área de Panamá Oeste.
Lo ventaja es que no tienes que viajar largas distancias para pasarla bien y agradable ya que este es un pueblo que queda subiendo por una calle que al final da a un cerro bastante elevedado donde puedes disfrutar de una hermosa vista por la altura que llegas a alcanzar.
Yo visité este lugar con mi familia, veníamos de la playa, y pasamos por este agradable sitio, ya eran horas de la tarde y de repente llegó la noche, el frío que se sintió durante toda la estadía era muy fuerte y la vista es magnifica, hay miradores en lo alto para que te pares seguro, ya sea tomar fotos o a disfrutar de bocadillos.
Es gratis y el lugar se mantiene totalmente limpio inclusive este lugar las personas lo han utilizado hasta para realizar bodas y es por eso, porque es lindo y agradable.
Si en vez de lugares con temperaturas cálidas, te gustan los lugares fríos pero no quieres ir hasta las tierras Altas de Chiriquí, ¡ya lo sabes! Chicá está a menos de una hora desde la ciudad, ve y conocelo y vive la experiencia por ti mismo.


martes, 7 de diciembre de 2010

Excelente para un buen fin de semana

Para los amantes de las playas y que son un poco exigentes a la hora de ir pasar con su familia un buen rato en una playa, Santa Clara es una muy buena opción, ubicada en la provincia de Coclé.
Su arena blanca, privacidad, la limpieza en los alrededores, baños para usuarios,  ¡gratis! árboles a la orilla para cubrirse del sol, entre otros atractivos que podrás observar en el sitio turístico harán que te guste y despuès no quieras dejar de visitarla durante los fines de semana.
¡Eso si! está un poco lejos de la ciudad, así que si quieres llegar temprano, tendrás que madrugar un poco, ya que está a como a dos horas o dos y media de camino.
Yo una vez fui con mi familia y quedé como dice mi familia "encantada", y es que llevamos una buena paila con comida, sodas, agua,  y por supuesto la tan conocida comida que nunca falta, "la de picar", y comimos debajo de los árboles que están en la orilla y nos sentamos en los troncos que tienen allí para que las personas se 
sienten y pasamos un día espectacular.
¡Ah! y un consejito, algo que no debes dejar por nada del mundo es buen bronceador, ya que el sol es tan fuerte, -que para que te cuento- Es un lugar muy bonito para pasar en familia, nunca nadie nos molestó ni tuvimos que compartir nada con alguien, el agua es limpia y no cobran la entrada. ¡A mi me gustó mucho!, ¡pero ahora no se a ti!, pero si por casualidad compartimos los mismo ideales para la hora de pasear, "pues creo que también te encantará."





sábado, 27 de noviembre de 2010

Un punto verde en medio de la ciudad

Quién podría creerlo no?  que vas a la cuidad y lo primero que te viene a la mente que encontrarás son altos edificios, carros por todos lados, los tranques que nunca falta ¡claro!, centros comerciales, hoteles de lujos entre otros atractivos, ¡pero no! ¡te equivocas! -no es lo único que hay..!
¿Qué te parece para empezar con mi historia si te cuento que somos el único país en Centroamérica que tiene un Parque Natural en medio de la Metrópoli?
Bueno es solo el comienzo, yo lo viví y es cierto está en medio de la ciudad, fueron dos horas de caminar y caminar, pero lo disfruté minuto a minuto, pude ver tortugas, de entre las 36 especies de reptiles que hay, pájaros muy coloridos que no se como se llaman, de las 276 clases que se han visto en este parque, de entre los árboles vi un mono Titi y una ardilla de entre los 45 tipos de mamíferos, pero a causa de la bulla que traían mis compañeros durante la travesía , no pude ver ni un anfibio de los 18 que habitan en esta reserva ¿triste no?  
Pero sé que por allí en alguna parte de las 235 hectáreas de terreno que tiene esta área verde tienen que estar, pero para verlos el requisito es ir en silencio, ya que si no se esconden de entre la espesa área arbórea que posee esta reserva. 

Lo mejor llega cuando terminas la caminata, y ves la prueba del porque este sitio es denominado "El Parque Nacional Metropolitano", ya que después que estas en la cima más alta del terreno miras a tu alrededor y te das cuenta que estas rodeado de edificios, carros y toda clase  de elementos típicos de una ciudad.
¿Curioso no ? -pero bueno- es en realidad como yo digo, un punto verde lleno de vida en medio de un denso bosque gris.
Te invito a que vivas la experiencia, pero eso si ve en silencio y después me cuentas que vistes.

Ñeque 

Vista desde la cima 

Exóticas aves 

Sendero del Mono Titi 

Tortugas